"No me extraña que nunca consiguiéramos ponernos en igualdad ...mi gente y su gente (los blancos). Todo el tiempo estaban irritados el uno con el otro y entre nosotros creció mucho odio. Era inevitable, porque mi gente tenía gran orgullo y humor. El suyo tenía nervios y querían disparar a aquellos que se reían de ellos. Todavía encuentro a la gente blanca muy divertida. Tengo que reírme de usted porque usted nunca se relaja. Cada palabra en usted está cerrada o muy lejos. Le gusta aporrear el sentido de todo para encajar su propia estupidez. Le va bien para no aparentar ser tan frágil."

La Mujer de Medicina Cree, Agnes Whistling Elk, "El Vuelo de la Séptima Luna"

martes, 29 de octubre de 2013

Una razón.


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miércoles, 23 de octubre de 2013

Pies de gato anticrisis

Super Prestat 1932 from loïc ld on Vimeo.


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miércoles, 16 de octubre de 2013

"Gran Mon" 8b. F.A.


Me gustan esas películas que comienzan por el final. Aunque  ya sabes como terminan,  el interés por todo el desarrollo de la historia me retiene enganchado. Es la curiosidad de enlazar los acontecimientos que permitan entender el sentido de ese final que ya conocemos,  lo que nos mantiene entretenidos.

Al principio este bloque, como tantos otros, me produjo ilusión.
Después, tras unas cuantas visitas, empecé a sentir los efectos estimulantes de mi incapacidad para realizar 2 de los 4 movimientos claves.
Aterricé tantas veces el crash que llegó a convertirse en costumbre. Llegó un punto, como otras veces, en que la situación fue adquiriendo tintes surrealistas. Reducir la actividad de un día a un solo movimiento, y que durante semanas no te salga, plantea momentos de reflexión en que uno se siente absurdo.



Llega la duda arrasando con la confianza y empiezan a saltar las alertas en los dedos. Me planteo un abandono temporal como la solución más racional.
El deseo pisa a la razón y adopto una solución intermedia, asumir una disciplina de una visita semanal que ponga freno a la ofuscación.

Empiezan a funcionar las cosas, consigo hacer el paso. Me sale una vez casi todos los días.

Se termina el verano y a las exigencias físicas del bloque se suman las ambientales. Esto es la húmeda Asturias. Aparecen las dificultades para encontrar condiciones aceptables que permitan no sólo encadenar, sino probar el bloque sin riesgo de rotura de presas.
Resuelto el segundo paso, aún me queda el cuarto. Repetir una vez y otra una secuencia que no sale, exige un replanteamiento de la secuencia, que da sus resultados.
La insistencia sobre una zona de apoyo gasta los pies de gato de forma extraña y toca abrir la cartera.
Un par de “casis” preceden al día en que me sale. Y después lo que era una certeza deja de serlo.

“Gran Mon” es un bloque de arenisca situado en El Tranqueru, bajo, muy desplomado y de unos  11 movimientos. Los 4 primeros son los más difíciles. Movimientos amplios en regletas pequeñas,  sobre un solo apoyo de pie no muy adherente. Es un bloque duro y técnicamente difícil, que a simple vista resulta muy engañoso.
Como ya quedó claro, mayoritariamente el peso de su dificultad, al menos en mi caso, se ubica en su segundo movimiento, duro, muy delicado y condicionado por detalles minúsculos.

Lleva el nombre del amigo que me regaló las alas como escalador, Ramón Turrado. Encontrar un bloque lo suficientemente bueno como para dedicárselo me resulta difícil. He decidido elegir este, porque entiendo que si sigo dilatando en el tiempo demasiado la elección, podría no llegar ha hacerlo, y evidentemente porque me ha dado la gana.
En este sentido y en muchos otros, tengo dudas respecto al bloque.

Elijo no quedarme estancado, correr el riesgo de nombrar, opinar y hacer una propuesta de grado, pues al menos en teoría lo nuestro es un deporte de riesgo.

Dudar  forma parte de las consecuencias de hacer la primera ascensión de un bloque habiéndolo probado solitariamente muy bien acompañado.

Siento que dudar es divertido, pero no lo asevero, quizás no lo sea.




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miércoles, 9 de octubre de 2013

Sincericidio (8a+). First Ascent.


«Un día un hombre le hizo entrar en una casa ricamente amueblada y le dijo: “Sobre todo, no escupas en el suelo”. Diógenes, que tenía ganas de escupir, le lanzó el lapo a la cara, gritándole que era el único sitio sucio que había encontrado para poder hacerlo.» (Diógenes Laercio.)

Probablemente el bloque más exigente a nivel de resistencia que he encadenado nunca. Sincericidio consta de 24 movimientos en techo, sobre presa roma o regleta. Rebotes de plano a plano, talones, empeines y diversidad de agarres. Un bloque muy mantenido, que aún cuando te tira al suelo, te deja un sabor dulce en los labios, y el eco de una frase en la cabeza: - joder que bueno es!-. Tras hacer la primera ascensión, aún te duran las ganas de intentar repetirlo cada día, o al menos de agotar la fuerza en él tras tocar otros proyectos.
Tiene la suficiente calidad como para que el grado de dificultad no le añada atractivo. 

Es un 8a+ duro de cojones . Personalmente prefiero calificar el grado que fragmentarlo con barras.

Su ubicación, "La fuesa", Teverga. Un pequeño y evidentemente público paraíso.


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sábado, 5 de octubre de 2013

Y voló de mi!






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